¿Cómo entender el cibercrimen en el mercado minorista?
El mercado minorista usa cada vez más el e-commerce y se está convirtiendo en omni-canal, con el mercado online creciendo entre el 10 al 15 % cada año. Debido a esto, los minoristas tienen que encontrar nuevos retos como el cibercrimen.
Las empresas minoristas estiman que sobre la mitad (un 53 %) de los fraudes en el sector minorista se producen actualmente online, según el Consorcio Británico Minorista de 2016. El coste del fraude online, incluidos el “phising” y el “pharming”, se sitúa en unos 120 millones de euros.
Hay dos clases de víctimas de cibercrimen: el cliente y la empresa. El cliente puede ser hackeado por sus datos o perder dinero mientras la empresa pierde reputación y clientes potenciales. De acuerdo al Instituto de Información de atención al consumidor, 30 % de los consumidores afirma que cambiaría de proveedor si la empresa que utilizan sufriese un ciberataque.
Hay muchos tipos de ciberataques:
Malware: Es un término amplio que hace referencia a un programa malicioso que incluye troyanos, virus y gusanos. Suele robar o destruir información en el dispositivo utilizado.
Phishing: Es un método de conseguir información personal, como nombres y contraseñas.
Pharming: Intentar engañar al usuario para que introduzca sus datos en un sitio falso, aun siendo correcta la URL.
Negación de Servicio (DoS) Attack: Centrada en anular páginas webs enviando gran cantidad de información o bloqueando el servidor.
Standard Query Language Injection (SQLI): – Es un método común de penetrar en las páginas webs y luego robar información de las bases de datos.
Como en la mayoría de crímenes, la vigilancia es una de las claves para prevenir. Los cibercriminales se convertirán en más sofisticados y cuantas más empresas hagan sus negocios online, el número de ataques tanto para los clientes como para las empresas seguirá creciendo. Las empresas necesitan emplear tiempo en sus sistemas y hacer de la ciberseguridad una prioridad.